FotoS de la PlazA ÑuñoA

Él es Fernando Villegas

Universidad Diego Portales
Facultad de Comunicación y Letras
Taller de Reportajes y producción de noticias
Profesora Loreto Aravena
Ayudante Daniela Mebus

Fernando Villegas

Es amor Cósmico

Mucho más que comunicador y panelista de Televisión, el escritor y casi sociólogo, vive en el mundo que su cabeza le permite tener. Su casa en Ñuñoa es testigo presencial de las horas que dedica este esposo, padre, y jefe de familia, a los momentos que se entrega a sus pasiones; la lectura y el ajedrez. Esta vez el análisis no corre por su cuenta, por el contrario, esta vez se habla de él.

Por Víctor Silva

Mientras la señora Yvette Duhau, esposa de Fernando Villegas, está en su taller de escultura ubicado al final de la casa 206 en la calle Santa Julia, comuna de Ñuñoa; su cónyuge permanece en su escritorio leyendo. Es que su mayor pasión es su trabajo, es su quehacer diario. Desde chico leía mucho. Encerrado en su pequeño cuarto lleno de libros y en compañía de peces en un acuario, el ñuñoíno, permanecía horas sin dejar de leer. Todo lo dejaba para él, todo era parte de su mundo. Observador y desconfiado. Ambas cosas, quizá, de las experiencias que le tocó vivir junto a su madre y abuela, con quienes siempre estuvo y de las que no se separó hasta los 30 años de edad.

Equivocadamente se ha dicho que Fernando Villegas es sociólogo. Es identificado además por algunos como “El chascón” del programa Tolerancia Cero, emitido los domingos por el canal

privado Chilevisión. Una no, otra sí. Estudió los años correspondientes en la Universidad de Chile para haber terminado la carrera. Sin embargo su tesis no fue aceptada. El problema era a nivel de país, era tiempo de cambios en Chile, era la década de 1970. Salió como egresado de sociología, y ejerció (y aún lo hace) como tal sin un título, pero con conocimientos a flor de piel. Otra sí. Villegas puede ser conocido por sus comentarios, o por su supuesta pesadez, pero si hay una característica por la que alguien recuerda a este hombre de un metro y 88 centímetros, es por su abultado pelo. Como comenta su esposa, desde que lo conoce que usa ese mismo corte, que por lo demás él mismo se lo hace. No ha ido nunca a una peluquería, sólo se mantiene su cabello con ‘tijeretazos’ de vez en cuando.

Fotografía: El Periodista

Un hombre con el que se puede convivir, muy pacífico, respetuoso y cooperador. Son algunas de las características que se repiten al momento de preguntarles a las personas que comparten más tiempo con él. “Es sincero, buena persona, sencillo y muy humano, para nada sofisticado”. Así define Hortensia Gonzalez, al que es su jefe. Ella lleva 11 años trabajando como nana en casa de los Villegas-Duhau, y comparte su experiencia. Comenta que al principio tuvo serios problemas con la preparación de la carne. A su jefe le gusta casi cruda, la parrilla debe estar muy caliente, y debe estar tan sólo unos minutos al fuego, vuelta y vuelta y al plato. “Con el tiempo uno se acostumbra, por la cantidad de años que llevo”.

Tendido, casi acostado en su sillón del living de la casa, Villegas está concentrado. Está dispuesto para tener un momento de tranquilidad. Escucha música clásica con volumen muy alto. Viste una camisa, un sweater color azul, y pantalones oscuros. Una mano la mantiene apoyada en el borde del asiento, la otra la utiliza para afirmar su cabeza, y luego para jugar con su pelo. Sus cercanos cuentan que su cara siempre es la misma. Serio, solemne. Pareciera como si estuviera enojado constantemente, pero por el contrario, muy pocas veces sucede eso. Cuesta que el jefe de familia se enfurezca en su casa. Pero si hay un detalle que no deja pasar, y que hace todo lo posible por eliminar: El ruido. Si hay algo que perturba la cabeza de este lector y escritor, es cualquier sonido que pueda causar molestias en ese trabajo. “Es obsesivo, busca y busca, hasta encontrarlo y callarlo”. Comenta su señora.

Ella tiene 22 años. Él tiene 30. Ella volvía de un viaje desde Paris. Él, hacía clases en la universidad de lectura veloz y memorización. Ella quería estudiar y optó por ese curso. Él, era su profesor. Así fue como se conocieron Fernando e Yvette. Luego de un año de pololeo, y de cierta relación informal, que incluía salir a caminar al parque, reírse, ir al cine, entre otros, la relación se hizo estable tras haber viajado al sur juntos, a la casa de los padres de la escultora. “Es un amor cósmico, tenemos objetivos muy iguales, formamos a las hijas con una perspectiva igual” dice la señora Yvette. Se casaron cuando ella tenía 22 años y él 30. Llevan 29 años de casados, con tres hijas. Mariana es la mayor de 27 años y es ingeniera mecánica; Valentina es la que sigue con 25 años, vive en Buenos Aires y es bailarina de danza contemporánea; y por último, Florencia, la hija que aún vive con ellos, de 17 años, que estudia en el colegio, y está en vías de ser una abogada en el futuro. La relación de ellas hacia el padre, siempre ha sido de respeto. Esta es la familia del exigente y riguroso hombre de televisión y radio. Es un padre aprensivo, preocupado por la estabilidad de sus hijas. Es una de las consecuencias de su lectura. Es desconfiado de todo y se guarda las cosas para él.

Cuando iba al colegio, Fernando Villegas era flojo. No llegaba a la hora, y no le interesaban ciertas materias. Sólo se sentía cómodo en las clases de física o de historia. Recuerda con agrado el colegio San Agustín, ubicado en Dublé Almeyda, en la misma comuna donde vivía. Veía a los profesores como gente muy capaz. De sus hijas, la que más se parece es Florencia, y justamente por estos hechos. Es más dejada en sus estudios si no le interesa la materia, mientras que en los temas de su interés como la filosofía le va muy bien.

“Está asociado a sus estados emocionales, amanece un día tremendamente crítico, otro día aparece contemporizador, lo refleja porque hace un personaje”. Así define en parte, el periodista Alejandro Guillier a su compañero de trabajo en televisión. ‘El flaco’, como lo llamaban sus compañeros en tiempos de la universidad, ha trabajado por casi 15 años en este medio. Siempre ha estado en el mismo canal. Diversos han sido los programas por los que ha estado, en los que se cuenta Las vueltas de la vida, Chile a medias, Dilema, y el primer programa que condujo en compañía de la periodista Carolina Rossetti y el abogado Ricardo Israel, Domicilio conocido.

Es un hombre ordenado, que todas las mañanas deja su ropa en la bolsa de la ropa sucia o colgada donde corresponde. Su espacio lo comparte principalmente con su esposa, con quien pasa la mayor parte del día, no obstante hay otros personajes que están en la casa y que mantienen alerta al dueño. Sus perros y gatos. Son diez en total, cinco y cinco. La mayoría de los perros son quiltros recogidos en la calle por él o por sus hijas. Los gatos han ido llegando a la casa, y se quedan ahí. Antes eran 14 animales los que tenían, dos canes y dos felinos más, pero han ido muriendo por distintas causas. Villegas es un amante de la naturaleza, no sólo de los animales, si no también plantas y jardines. El suyo lo cuida mucho. En su casa riega, corta las plantas y siembra otras. Le molesta la suciedad en ellos y que la gente los descuide. Así como pasó en su antigua casa. Tenían cerca de 14 árboles frutales. Una vez cuando pasó por fuera vio que habían cortado todo, cada planta había sido sacada de raíz. Nunca más pudo pasar por ese lugar. Como comenta Alejandro Guillier, Villegas “es una persona muy sensible, que le gusta ocultar su sensibilidad haciéndose el duro, pero contrariamente a lo que parece, es muy sensible a la opinión de los demás, a la crítica y a las cosas que ocurren”.

Tiene uno y varios defectos, eso si, dependiendo de quien los diga. La compañera que ha estado con él por casi 30 años opina que su mayor defecto es su intranquilidad. No puede hacer colas, no puede esperar más de 15 minutos. Se desespera y se va. Así de simple. El hombre no está para esperar, le gustan las cosas rápidas, al minuto. Prefiere no salir y que los otros vayan a su casa.

Un último análisis para la autodefinición de un personaje que se fascina con el ajedrez, el jazz y la música clásica. ¿Cómo podría definirse usted? Su respuesta, precisa y concisa: Persona.


Un perfil de barrio

Universidad Diego Portales
Facultad de Comunicación y Letras
Escuela de Periodismo
Taller de Reporteo y Producción de noticias
Profesora Loreto Aravena
Alumno Víctor Silva


Jorge Francisco Jordan Subat:

Un croata chilensis

A sus 86 años, ha sido desde jugador de carreras de caballos hasta director del Hospital Psiquiátrico de Chile. De siete hermanos que eran, fue el único que nació en Croacia. Se vino a Chile cuando tenía dos años de edad para vivir hasta los 17 en Punta Arenas y luego en Ñuñoa. Fue el primer vecino que llegó al barrio de Santa Julia. Ésta es parte de la vida de un Jorge Jordan (que dicho en croata se pronunciaría Iuritza Iordan), que sigue creando su historia.

Por Víctor Silva

Además de psiquiatra, Jorge Jordán trabajó como periodista para el diario médico de Chile. Pero la anécdota laboral que más risas le provoca recordar fue cuando le tocó ser entrenador del equipo de básquetbol femenino del hospital que trabajaba en ese tiempo. El equipo no conquistó victorias, pero él a más de alguna logró conquistar. Trabajar siempre fue una constante en su vida. Rutina que hasta el día de hoy desarrolla con sus dos únicos pacientes en el área psiquiátrica.

Su historia familiar no es menor. Tres han sido sus matrimonios y en todas ha tenido 10 hijos. Hoy, sólo nueve están vivos. Su hijo mayor murió en manos de la Caravana de la Muerte cuando era un activista político de las Juventudes Comunistas durante el régimen militar. Actualmente vive con su tercera esposa y con su hija menor, Victoria de 20 años. “He tenido muchas creaciones, pero sin duda, la mejor ha sido ella”, dice Jorge. La relación que tiene con sus hijos siempre ha sido cercana, según cuenta Victoria González, su última esposa. Se da el tiempo de conversar con ellos y de analizarlos como buen psiquiatra. “Para él todo es razonable. Siempre hay algo que encuentra bueno en sus hijos”, dice Victoria.

Desde pequeño estuvo siempre marcado por la política, ligado a ella. En 1939, cuando tenía 17 años y en el mundo comenzaba la Segunda Guerra Mundial, él pudo seguirla paso a paso. Marcaba cada uno de los puntos que eran atacados en un mapa. Más adelante, cuando estudiaba psicología, marchaba por las calles de Santiago en contra de los nazis. Esta situación, que más de alguna vez lo obligó a arrancar para no ser detenido, la recuerda con humor. Jorge dice que era por culpa de otras personas que se arriesgaba. A su compañera de universidad Luz Donoso, la salvó de varios hechos sólo por ser su colega de estudio. En 1973, cuando era director del Hospital Psiquiátrico, conversó con el presidente Salvador Allende. Él le ofreció viajar a Cuba para especializarse como médico. Esa oportunidad debía haberla aprovechado el 22 de septiembre, pero nunca sucedió.

Arribó a la República Independiente a los 2 años de edad con sus cinco hermanos (en ese tiempo aún no nacía el último) y con sus padres. En la estancia Bogumila pasó su infancia arriando ovejas, recorriendo las hectáreas, visitando a las niñas que le gustaban, entre otras cosas. Siempre estuvo acompañado por una por una “niña” que lo seguía para todos lados y que le hacía caso en todo. Esa era su yegua Quelinda. Dice: “Era rebelde esa yegua. Sólo yo podía montarla”. La estancia hoy en día aún permanece en la zona y los Jordan son reconocidos en Punta Arenas por su tradición de más de 100 años.

Cuando era pequeño aprendió a boxear. A los 13 años, allá en Tierra del Fuego, lo llamaron para iniciar un campeonato para inaugurar el primer ring. Sin duda, haber aprendido este deporte a tan corta edad le sirvió para el resto de la vida. Cuando ingresó al Instituto Andrés Bello en Santiago en su etapa adolescente golpeó a varios de sus compañeros. “Ellos no sabían que yo era boxeador y me veían como un pollito. Pero se me lanzó uno solo y lo dejé botado en el suelo. Después de eso las peleas eran espectáculos, y como siempre ganaba, me regalaban chocolates, galletas, etc”.

Diego: Juritza.
Jordan: ¿Qué?
Diego: En la calle leí que decía Freud, ¿quién es Freud?
Juritza: Bueno, Freud fue…

Esta es una de las conversaciones que tiene Jorge Jordan con su bisnieto Diego. A este hombre le gusta conversar con todo tipo de personas y de todo tipo de temas. Eso sí, cuando dialoga tiene más que claro que él es su único Dios. Su esposa Victoria cuenta: “Si hay algo malo que se puede decir de él, es su soberbia, algo que es de familia. Los Jordan siempre han sido reconocidos por eso”. Y él no lo desmiente. Sabe que su estudio y su trayectoria lo han llevado lejos y reconoce su sabiduría, su esposa lo sabe y lo reconoce con orgullo. Dice que si bien es soberbio, nunca se le puede pillar en nada, es muy sabio.

A los 17 años ya estaba estudiando medicina y se recibió siete años después. Su vida, cuenta su hija Maya, la ha dedicado a disfrutar, a aprender, a estudiar y a apostar en las carreras de caballos. Hoy es un hombre que le gusta descansar. Generalmente está en su casa, ubicada en la comuna de Ñuñoa, en la calle Santa Julia. Su nana comenta: “Don Jorge es muy buena persona. A mi me ha enseñado mucho. Es agradable conversar con él. No es mañoso, le gusta comer de todo, por sobre todo las pastas”. Cuando va a la Plaza Ñuñoa es justamente para eso, comer pastas en la Taverna de la Piazza con sus hijos y familia.

Un barrio iluminado: Plaza Ñuñoa

Comentario Barrio Plaza Ñuñoa

Que agradable poder haber recorrido un barrio en el que aún se mantienen comunidades como vecinos y no como desconocidos que viven uno al lado del otro.

El señor del almacén, el estacionador, la señora del carrito, el mozo del bar, la dueña de casa y el estudiante y continúa una lista de muchas personas que permanecen en ese lugar por días enteros o que simplemente atraviesan a paso veloz.

El plátano oriental es desagradable para muchas personas, pero para mí era significado de sombra y naturaleza. No se puede negar que la Plaza Ñuñoa está muy bien cuidada. Sus bancos en buen estado; su glorieta limpia y pintada; sus árboles, arbustos, flores y pasto cuidados prolijamente; sus piletas con agua cristalina brillando bajo el sol. El pasar de los autos por Irarrázabal hace posible la unión de la ciudad con la naturaleza de las altas palmeras en cada sector de la plaza. De noche, la iluminación de la luna no basta para alumbrar tanto detalle y hasta eso se ve bien. Cada luz alumbra las hojas que vuelan en invierno y las flores que embellecen en verano.

Crónica del barrio

Universidad Diego Portales
Facultad de Comunicación y Letras
Taller de reporteo y producción de noticias
Profesora Loreto Aravena

Plaza Ñuñoa:

Un barrio que no quiere ser olvidado

Con un poco más de 160.000 habitantes, Ñuñoa comienza a hacerse notar en las noches capitalinas. Sin embargo, no es toda la comuna la que deslumbra a los ojos de sus visitantes y pobladores. Es un barrio en particular el que poco a poco, con tranquilidad y estilo, intenta ser parte de un nuevo circuito gastronómico y de vida social.

Por Víctor Silva

Hace más de 65 años que la esquina de Irarrázabal con Avenida Jorge Washington, se ha mantenido con cambios que la caracterizan. La Plaza Ñuñoa es uno de esos. Actualmente es el símbolo de la comuna: Centro cultural, civil y gastronómico.

Dividida en dos la avenida Irarrázabal (en honor a José Manuel Irarrázabal, senador que impulsó la Constitución de la Comuna Autónoma en Chile), la Plaza Ñuñoa se instaura como uno de los principales focos de la comuna. El lado sur se caracteriza por recibir a los escolares, sobre todo de enseñanza básica, que van a los juegos junto a sus mamás. El lado norte llama la atención por la pileta ubicada al centro del cuadrado.

Desde hace un par de décadas, la Plaza Ñuñoa se concibe como uno de los principales centros gastronómicos de la comuna y de la ciudad de Santiago. La variedad en locales gastronómicos y su calidad en satisfacer los diferentes paladares tientan a los consumidores para que regresen a probar los diferentes platos y tragos que esperan en cada espacio. Bares, restaurantes, fuentes de soda, pizzerías y gelaterías son las diferentes opciones que se pueden tomar en cuenta a la hora de visitar este lugar. Históricamente los establecimientos más reconocidos son Las Lanzas, el Café Dante y Don Pepe, siendo además los propietarios más antiguos del sector. Hay también otros espacios para diferentes gustos. Uno de ellos es la Batuta, un tugurio que ha marcado los “carretes ñuñoínos” por su carácter inclinado hacia la música chilena de todo tipo. En él se presentan los artistas chilenos de variada índole. Rock, baladas, y otros estilos son mezclados en ese lugar con un trago en la mano.

Jeannette Donoso, es cajera de un local de lanas ubicado en la avenida Irarrázabal a sólo una cuadra de la plaza Ñuñoa. Hace 16 años trabaja ahí, pero antes participaba del grupo scout de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, ubicada a un costado de la plaza en la calle Francisco Molina. Cuenta que en los años ochenta, comenzó a aumentar la afluencia de público en la plaza, atraídos por la oferta gastronómica. Antiguamente la plaza era utilizada principalmente para paseos familiares. La entretención de los niños eran los antiguos juegos de madera que actualmente están ubicados en el mismo sector (costado sur). La diferencia es que ahora son de plástico.

Dos trabajadores del sector hablaron de sus experiencias en el barrio. Uno de los temas en el que sus respuestas fueron opuestas fue la delincuencia. Mientras uno opinaba que el sector y principalmente el barrio, eran tranquilos, buenos para vivir y salir a caminar, el otro señalaba los principales puntos dónde asaltaban a la gente, e incluso, dijo quiénes eran los implicados. En sus trabajos se sentían bien. Con un poco de distancia, el encargado del almacén Danelli, comentaba sus experiencias y decía que ese era un buen sector para compartir con la gente, que aún se mantenía el cariño de un barrio antiguo. Don Juan López, dueño de la verdulería compartía la opinión. A pesar de la llegada de nuevos vecinos y gente joven al sector, aún se puede mantener la confianza, y las conversaciones gratas con ellos mismos. “No son las personas las que cambian, sino el entorno”.

Antiguamente, la comuna entera estaba constituida de grandes casonas, algunas casas quintas y uno que otro edificio de máximo 6 pisos. Sin embargo, la situación hoy es diferente. Las construcciones de grandes edificios crean un completo contraste entre lo antiguo y lo nuevo, sobre todo en las calles perpendiculares a la avenida Irarrázabal, y en la avenida Dublé Almeyda. En un mismo pasaje, a dos cuadras de la plaza, hay un edificio de más de 10 pisos, rodeado sólo por grandes casonas. Actualmente el plan regulador de la comuna presenta un nuevo reglamento con mayores restricciones en la construcción de edificios, para así no destruir completamente las antiguas casas que aún permanecen en el barrio. Un 57% de la población de Ñuñoa vive en departamentos, lo que ha significado no sólo un cambio en la fisonomía barrial de antes, sino que también en los servicios de la zona. Este cambio involucra más colegios, más jardines y más actividades para jóvenes y niños, que son los principales y nuevos usuarios de estos servicios.

Al ser uno de los centros más característicos de la comuna, la Plaza Ñuñoa concentra los edificios municipales más importantes. El más trascendental para la administración, es la Municipalidad de Ñuñoa, que se ubica en el costado norte de la plaza, en la calle 19 de Abril (recibe ese nombre, porque fue el día en que el sector fue nombrado como “Villa Ñuñoa”). En ella está la mayoría de las direcciones administrativas de la comuna: Medio ambiente, obras, tránsito, entre otras. Culturalmente, en ese mismo costado de la plaza, pero en la avenida Jorge Washington, está el actual Teatro de la Universidad Católica, conocido también como el ex Teatro Dante. En él, se presentan más de 160 obras al año. Cruzando hacia el costado de la plaza, se pueden encontrar dos colegios. El primero, está ubicado en la esquina de Dublé Almeyda con Humberto Trucco, y es el Colegio República de Costa Rica. El segundo es el Colegio José Toribio Medina ubicado en la avenida Dublé Almeyda.

A pocas cuadras de la plaza, está el histórico Liceo Experimental Manuel de Salas creado en el año 1932 bajo el mandato del Presidente Arturo Alessandri Palma. Estaba diseñado para la experimentación de nuevas metodologías de aprendizaje para la educación secundaria y que en su época fue polémico. El sólo hecho de que fuera un colegio mixto, ya marcaba la diferencia con los otros colegios de esa época. En el año 1942, el liceo fue traspasado a manos de la Facultad de Educación de la Universidad de Chile.

La antigua casa Ossa, ubicada en avenida Irarrázabal a metros de la plaza hacia la cordillera, es actualmente la Casa de la Cultura de Ñuñoa. Esta residencia pertenecía a José Alessandri Palma, la que luego de la separación de los terrenos por la construcción de la nueva avenida y tras la muerte de su dueño, fue donada a la municipalidad de la comuna en el año 1952. Esta es una de las impulsoras del programa cultural y deportivo que se realiza en la plaza Ñuñoa y en sus alrededores. Algunas de los eventos son festivales de música, feria de libros, actividades deportivas, para el adulto mayor y para los jóvenes de la comuna, dejando la plaza como meta o como escenario principal. Además se suma el festival navideño, realizado cada año en conjunto con la Municipalidad.

El fenómeno de construir edificios de grandes alturas al lado de casonas rodeadas de árboles frutales, es el mismo contraste que se crea con la gente que habita el barrio. Eso sí, con una clara diferencia: Ellos son capaces de adaptarse a sus nuevos vecinos. La comuna está habitada principalmente por la clase media alta. Según el análisis de la municipalidad, casi un 60% de la población pertenece a esta clasificación. De ellos, el grupo etáreo que alcanza un mayor porcentaje, son los adultos que están entre los 19 y los 59 años, seguidos por los adultos mayores. Actualmente, se puede ver de lo mismo, pero con una prevalencia del grupo que está entre los 19 y los 59 años. El motivo de este proceso es al aumento inmobiliario y el objetivo de este último es dirigirse a las familias. Aquí se puede entender el aumento de este grupo en la nueva apuesta de la plaza y sus alrededores. Un sector joven que pueda mezclar lo antiguo, con lo nuevo.

Reportaje Plaza Ñuñoa: tiempo de elecciones

Universidad Diego Portales
Facultad de Comunicación y Letras
Escuela de Periodismo
Taller de Reporteo y producción de noticias
Profesora Loreto Aravena
Alumno Víctor Silva

¿Educación apolítica o política sin educación?

Al cumplir los 18 años de edad, algunos jóvenes se plantean la posibilidad de inscribirse en los registros electorales pero otros simplemente ni siquiera lo han pensado. ¿Será la educación en los colegios? ¿La falta de incentivo en las familias? ¿O es que los jóvenes simplemente no conocen a quienes guiarán la comuna? Es lo que intentamos responder en este reportaje.

Por Víctor Silva

La universidad y el colegio son para los jóvenes los lugares más comunes donde conocer a los amigos. Desde pequeños las personas ven a estas instituciones como un hogar. Es ahí donde viven en numerosas ocasiones sus primeras experiencias juveniles, de amores, amistades y otras. Muchas veces, se pasa más tiempo en ese lugar que en la casa con la familia. Sin embargo, la integración de los jóvenes a la comuna, ya sea a través de las instituciones en las que estudian o por otros medios, es baja en relación a otros grupos etáreos.

Según la 5ª Encuesta Nacional de la Juventud del 2008 realizada por el INJUB, los alcaldes están en el tercer lugar entre las personas en quienes los jóvenes confían. Sólo son superados por políticos; senadores y diputados. ¿El motivo? Según los resultados de la encuesta, es la poca relación que existe entre la autoridad y los jóvenes. Rayen García tiene 19 años, vive y estudia en Ñuñoa y nunca ha visto en la universidad ni en su villa al alcalde Pedro Sabat de Renovación Nacional, como tampoco a alguno de los nuevos candidatos al sillón municipal.

El departamento de la juventud funciona como una sección independiente dentro de la administración municipal y es dirigido actualmente por Carmela Godoy. Tiene la facultad para generar proyectos y darlos a conocer al municipio y principalmente a los jóvenes. Alejandro Saavedra está a cargo de la compañía de teatro creada por el organismo y asegura que todos los años, al inicio y durante el año escolar, este departamento del municipio se presenta en los colegios y universidades de toda la comuna para dar a conocer las diferentes actividades que estarán ofreciéndose durante el año. Contrario a lo sostenido por Saavedra, tres colegios completamente diferentes y ubicados en las cercanías de la municipalidad como son el Liceo Comercial Ñuñoa, el colegio particular Akros y el Liceo Experimental Manuel de Salas concuerdan en que nunca recibieron ninguna visita de Godoy. El inspector general del Liceo Comercial Ñuñoa asegura que la única vez que se ha hecho presente una autoridad municipal en el liceo fue en 1990. “Lo hizo el señor Jaime Castillo. Después de eso, nunca nadie ha venido”

En el blog de la juventud nunoajoven2008.blogspot.com, el alcalde Sabat plantea que su deseo es que ese medio sea una “herramienta de apoyo para acercarse a las distintas realidades y experiencias que viven los y las jóvenes de la comuna”. Pero contrario a esos propósitos, el blog sólo tiene tres publicaciones y un comentario. Alejandro Saavedra asegura que la forma de promover sus actividades es por medio de panfletos que se reparten en las calles de la comuna y no a través del blog. Sin embargo, al consultar la opinión de 20 jóvenes escogidos al azar se puede observar en el resultado que ninguno de ellos había visto ni recibido nada.

Si se trata de soplar nuevos vientos, como dice el slogan de la joven candidata de 23 años, Natalia Sobarzo del Partido Humanista, propone un cambio en la forma de ver y tomar en cuenta a la juventud. “Los jóvenes sólo sirven para repartir volantes. Así es como los ven en la política, pero son mucho más que eso. Nosotros también podemos pensar, criticar y hacer”, señala en relación a su propia vivencia como vecina de la comuna. Y en su rol de candidata propone nuevos focos de atención. Su mayor proyecto es retomar el canal comunal con niños de 7º y 8º básico. Este medio fue suprimido por Pedro Sabat en su primer período como alcalde. Su propuesta educacional es que en los colegios se les enseñe a utilizar tecnologías para que después sean ellos mismos los que puedan desarrollar notas y proyectos para el canal.

Cómo su slogan Más Ñuñoa lo que propone Danae Mlynarz, actual concejal de la comuna y candidata a alcaldesa es: “Generar programas de prevención de adicciones y de violencia intraescolar; de educación sexual y sobre todo, de educación en derechos humanos”, así es como define en parte su proyecto la candidata del Partido Socialista. Tiene presente también a las instituciones de educación superior y dice que hay potencial para crear convenios de colaboración mutua con las universidades vecinas.

Desde sus casas los ancianos pueden estar en acuerdo o desacuerdo con la política y con sus representantes. Sin embargo los que salen a recorrer las calles marchando por hacer valer un ideal son los jóvenes. Hay propuestas que esperan que se cumplan, pero otras que no creen en su realización. Este 26 de octubre, quienes decidan el futuro de Ñuñoa, no serán sólo los jóvenes, pero ellos son quienes votarán en el futuro. Una promesa no cumplida ahora, puede significar un voto perdido en 4 años más.

Mas allá de una conexión

Reflexión de los medios en Internet

En el año 2006 la encuesta WIP Chile afirmó que el acceso a Internet en los segmentos medios y bajos de la población nacional aumentó considerablemente en relación al año 2005. Este año, según el diario español ‘El País’, la publicidad on-line superará los 700 millones de euros. Internet ya comenzó su carrera como medio de comunicación. Es decir, ya es un sistema operativo que está creciendo a grandes escalas y que está teniendo respuestas de diferentes sectores. A pesar de esto la pregunta que se formula es ¿Compite junto a los medios tradicionales o en contra de ellos?

Hay muchos expertos que intentan responder esta pregunta. Se crean libros, conferencias, entre otras actividades. No obstante, desde mi punto de vista, la respuesta se puede obtener haciendo un mínimo análisis en lo que hoy tenemos a nuestro alcance.

Primero que todo Internet ya no es sólo un sistema de conexión mundial en el que pueden comunicarse dos personas en extremos diferentes. Ahora también es un medio de comunicación abierto para todos y desde todos. Nuestros diarios, canales de televisión y radios ya tienen sus páginas web circulando por el cyber-espacio. La radio, sigue siendo radio mientras sea transmitida por Internet, al igual que un diario seguirá siendo diario si es publicado en la web. Lo único que cambia es el soporte de transmisión y por este mismo motivo hay beneficios y perjuicios. Ambos dependerán de lo que el receptor del medio quiera para sí. Es este uno de los principales puntos de reflexión de ‘los medios en Internet’ y es porque justamente este sistema opera según lo que quieran los usuarios. Entrega la libertad necesaria para buscar, seleccionar, omitir o cancelar lo que cada persona desee ver o escuchar.

La Tercera, Emol, El Mercurio, Las Últimas Noticias y La Cuarta son los medios escritos posicionados entre los 100 más vistos en la web en todo Chile según el ranking de Alexa. Por televisión se posiciona en la lista Chilevisión, Televisión Nacional de Chile y Canal 13. ¿Qué nos indica esto? Que los medios tienen una doble misión al tener estas páginas y sus medios tradicionales. La constante actualización que deben tener las páginas web (sobre todo las de prensa escrita), obliga a cada medio a especializarse en este tema para así entregar un mejor contenido al lector o receptor del mensaje.

Felipe Leiva es estudiante de Periodismo de la Universidad Diego Portales y tiene una página web enfocada al deporte: www.pitazofinal.cl

“Decidí crear un medio porque considero que la nueva Internet nos permite generar y compartir nuestro propio contenido”, dice Felipe. Cuenta además que el mayor problema es la constancia en la actualización del espacio y que la forma de atraer a los lectores es haciéndolos participar en la web. “Eso te da visitas y a la larga los mismos usuarios mantienen la página. Esto te genera publicidad y te hace una página rentable”, asegura.